viernes, 4 de julio de 2014

CACHORRITOS EN VENTA... Un verdadero amigo es aquel que llega cuando el resto del mundo se ha ido.


Un verdadero amigo es aquel que llega cuando el resto del mundo se ha ido.

Les comparto esta linda reflexión,  sobre la aceptación y el amor incondicional...

El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía:
"Cachorritos en venta".

Esta clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando cual era el precio de los perritos.

El dueño contestó que oscilaba entre $30 y $50. El niño metió la mano en su bolsillo, sacó unas monedas y dijo: 

- "Sólo tengo $2.37, ¿Puedo verlos?".

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. 

El niño inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba y preguntó que le pasaba.

El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida.

El niño se emocionó mucho y exclamó: 

- "¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!".

Pero el hombre replicó: 

- "No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo".

El niño entonces se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: 

- "Yo no quiero que usted me lo regale. Él vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. Le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo".

El hombre insistió contestando: 

- "Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. Él nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos".

El niño se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo: 

- "Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda".

El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas. Sonrió y dijo: 

- "Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú".

En la vida no importa quien eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente. 
Un verdadero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido.

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